j u l i o

Ayer visité a amigo, lucía tan bien, que me sentí fuera de lugar.
Quise decir le lo que pasaba en mi mente
pero esta bien con sus demás amigos.

Pensé en hablarte, pero me sentí lejana
quería tu presencia, pero a la vez no.
Sé que te confundo, y que soy una mierda.

Perdón por escribirte ahora
mis ganas de abrazarte y tenerte a mi lado
se convierten en esta carta.
No quiero regresar, porque sentiré que me obligo a estar contigo
y si yo te pedí que no me quieras por obligación...
Creo que esperas lo mismo.

Te estoy echando
Me estoy echando.
Ya sabes que las relaciones no son lo mío.

Ya sabes que amar se me hace difícil.
O tal vez no.
Ya sabes que me odio.
Y que te quiero
Aunque seamos distintos,
no dejaría de quererte
porque me has dado cosas bellas,
felicidad.

No ha sido el momento,
no he sido la persona correcta,
no has sido menos
has sido más.

Pero soy un alma vieja
cansada de la vida
de mí
no es justo llevarte a este mundo
tan hostil y carcomido por la ansiedad
depresión
confunsión
por favor no me olvides
por favor no regreses
no voltees
ódiame
como yo me odio
rencor
decepción.

Entiendo tu decepción
tu tristeza.

Los huesos me duelen, quieren salir
pero no hago lo suficiente
huesos
puntas
que putada.

Perdóname
no eres un sueño
no es un juego
y quiero que estés a salvo
y lo único que hago es querer verte bien
lo único que hago es quererte, ver bien.
Y si yo debo estar bien para eso

no te preocupes
sé trucos
nadie me ha descubierto
no te preocupes.  

Esto suena a una despedida
pero ya pasará
verás una sonrisa en unos días
sé trucos,
no se lo digas a nadie
es un secreto
máscaras.

Lágrimas,
agua salada
¿limpiarían mi rostro
limpiarían mi alma?
Sangré en mis cachetes
puntos negros
fluidos blancos
aberración de cada día.

Mis cuchillas las han escondido
pastillas sin efecto
cobardía en el alma
¿papá qué he hecho mal?

Arboles desnudos
astillas en mis costillas
costillas puntiagudas
penetren mi piel.

Las melodías en mi mente
me llevan al pasado
me hubiera quedado allí
extraño todo
papá tengo miedo.
Juro que no sé que hice mal.

Malas cartas

Las lagrimas aparecen otra vez
y veo tu silueta desaparecer
llevándose todo de mí.

Se suponía que sería al revés,
pero ya ves que soy la que siempre pierde.

Te he botado, y me duele.
¿Porqué?
Soy yo quien te deja
pero mi alma ya se ha aferrado a ti.

Y es que no aprendo,
y ya extraño tu barba
rozando mis mejillas,
y tus labios
abrazando los míos.
Tu voz en las noche,
¿eran ciertas tus promesas?

Obviamente no.
Maldición.